22.11.08

Todos somos Wucius Wong

Re:

Creo que el cuestionamiento para las grandes desarrolladoras de software no empezó con las paqueterías en línea, sino más allá. ¿Qué pasa entonces con los desarrollos Open Source? Sí, ya sabemos que no cualquiera se lanza. Ya sabemos que sólo los iniciados se aventuran con Linux y que los usuarios normales viven en entornos Windows y navegan desde Internet Explorer. Bienaventurados los que no se preguntan si hay un sistema distinto, porque ellos mantendrán a Bill Gates.

Me imagino que cuestionárnoslo ahora tiene que ver con la capacidad democratizadora que ha demostrado tener internet, así como con la velocidad de difusión con la que lo asociamos. También nos enfrentamos a una relación mucho más dinámica con el proceso de comunicación (ese es el fundamento de la mentada web 2.0): ya no existe el creador omnipotente y omnisciente del mensaje, ni tampoco el obediente receptor que se traga todos los sentidos tal cual debería; actualmente todos somos emirecs, personajes que crean y al mismo tiempo reciben, interconectados unos con otros de manera inevitable. Entidades que reciben los mensajes y los transforman, con más poder que nunca entre las manos.

Vivimos en una sociedad más sensibilizada que nunca a lo visual. Esto se traduce, forzosamente, en una mayor necesidad estética (sea lo que sea que esto signifique para el usuario). En la web 2.0 todos los que participan quieren ser capaces de diseñar su experiencia y su identidad digital. Basta con hacer un recorrido por las posibilidades expresivas que brindan las plantillas de blog, los perfiles de las redes sociales, los avatares en sitios como meez o YoVille: cada quien puede hacer uso de herramientas simples para presentar una identidad gráfica ante el mundo.

La web 2.0 afecta al diseño en formas mucho más interesantes que ese asunto de "todos somos Wucius Wong". En realidad, influye mucho más en el sentido de "limpieza" en el diseño. Uno de los principales triunfos de Facebook en la comparación con hi5 es, precisamente, que la poca posibilidad de alterar el diseño del sitio hace que, paradójicamente, sea mucho mas fácil personalizarlo agregándole aplicaciones. Y sin embargo, basta dar una vuelta por "el hi" para ver que cada quien tiene un color, un tema, una obsesión que demostrarle al mundo.

¿Es necesario ser diseñador, entonces? Sí y no. Si eres usuario, ya no necesitas mucho más para proyectarte: las herramientas están ahí, son cada vez más sencillas, y eres un participante más en un entorno visual en donde puedes encontrar al menos 200 opciones distintas de presentación preestablecidas, pero no por ello menos representativas de tu individualidad. Con saber "picarle" a dos o tres botones ya tienes un desarrollo chido, un perfil bonito, que habla de ti y tus gustos, tu mundo, tus obsesiones.

Sin embargo, los diseñadores seguirán existiendo. No como el famoso arrastramouse que cualquier usuario puede ser en una tarde de lunes, sino como un profesional con la formación pertinente para comprender las necesidades de otros en relación a lo visual, y traducirlas de una forma eficiente en aplicaciones útiles e impactantes. El mayor reto de los diseñadores es ese: aprender a separarse a tiempo de la ejecución, permitir que los emirecs hagan de las suyas, crear soluciones que permitan que los usuarios entren sólo hasta donde deben de entrar.

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