20.11.08

Proximity for beginners

Re:

La pregunta fue personal, por lo tanto el post también lo será.

En mi infancia y adolescencia, me gustaba tener "amigos por correspondencia". Esa experiencia de tomar la hoja y la pluma y tratar de organizar ideas, experiencia y personalidad para dejarlas borroneadas y embarradas en un papel tamaño carta, y esperar para recibir una respuesta del mismo tipo, y vivir la emoción de ver un sobre con mi nombre y recibirlo de manos del cartero eran situaciones que le daban textura a mi vida.

No soy la persona telefónicamente más conectada del planeta, pueden pasar semanas o meses y yo no levanto el teléfono ni para decir "¡Hola! ¿Siguen vivos?". Me resistí a tener un teléfono celular hasta que, cuando conseguí mi primer trabajo formal, mis padres insistieron en comprarme uno, que yo sistemáticamente olvidaba en casa. Después de dos años se me volvió indispensable. El último equipo que compré fue porque el anterior ya no cargaba la pila, y me mataba de angustia sentir que estaba a punto de quedarme desconectada de trabajo y amigos, ¿cómo iba a saber que me llamaban si no tenía un teléfono?

Aprendí rudimentos de HTML a patadas y trompones, nada más porque quería tener mi propia página web para escribir. Lo logré, la actualicé con cierta regularidad, terminaron los 90, con ellos el siglo XX y yo dejé mis múltiples páginas de internet vagar a la deriva. Mi mejor amiga de la primaria, que tenía 20 años de no verme, me localizó por este medio. Nos hemos visto en persona 4 veces en los últimos 6 meses, pero es mucho más de lo que habríamos logrado sin tecnología alguna de por medio.

Durante una temporada de mi vida me dediqué a mandar correos electrónicos semanales para mis amigos, que andaban en rollos totalmente diferentes a los míos. Raro era el que contestaba esas crónicas estilo "botella al mar", pero hasta la fecha hay algunos que me preguntan por qué dejé de hacerlo (respuesta: me aburrí, creyendo que nadie me leía).

Tuve una época de leer e interactuar en blogs. Llegué a encontrarme con blogstars en dos o tres fiestas. Usándolos como foros de discusión, como vitrinas al mundo, como tribunas, conocí gente interesante y no tanto... Después, la gente se empezó a aburrir o a dogmatizar. Yo nada más me aburrí. Los dejé pelear solos y vi bajar la cortina en al menos 5 de ellos. Otros, los más blogstars (y los más necios) ahí siguen.

Mi hermano, 4 años menor que yo, me inició en el uso de redes sociales. Él es un ejemplo perfecto de cómo gestionar una vida mediante la tecnología: correo electrónico encendido todo el tiempo, celular y nextel a la mano, IM 24/7, páginas en todas las redes sociales, amigos en varias ciudades de varios países, viajes organizados mediante la red, fotografías que vuelan de una computadora a la otra, bromas privadas que sólo entienden los que sí leyeron el post... Mi padre sigue creyendo que eso no es sano. Yo lo veo salir con sus amigos mucho más que yo a su edad.

Mi papel estelar en una de las redes consiste en chismorrear las fotos de gente a la que ya no le hablo, dejar saludos en los perfiles de amigos que viven lejos, pasar revista de las fotos de perfil y rechazar invitaciones de gente que no conozco y no sé de dónde sacan que podríamos ser amigos.

En la otra, fui de los "pioneros" entre mis amigos y la he promovido hasta el cansancio. Aunque no nos escribimos siempre, sí tenemos la costumbre de ver las fotos mutuas, organizar nuestras fiestas, comentar nuestros "cambios de estado" y a veces hasta jugar en línea. Eso no hace que mi interacción con gente a la que puedo ver al menos una vez a la semana sea más intensa (probablemente lo contrario), pero nos permite estar más o menos al tanto unos de otros.

Conservo el contacto con quienes quiero conservarlo. Con otros tengo la impresión de que su vida "va bien" así de lejitos, y con eso me conformo. Hay algunos que no tengo idea de en qué andan, y está bien. Supongo que antes de que existiera el internet pasaba más o menos lo mismo. No quiero contactar a todas las personas al mismo tiempo, ni con las mismas ganas. Repitiendo lo mismo que llevo diciendo tooooooodo el blog, las herramientas tecnológicas son eso, HERRAMIENTAS. De cada quien depende usarlas o ser usado por ellas, pero no está en la naturaleza del objeto dirigir al sujeto, a menos que éste quiera ser llevado.

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